Baja Visión
La baja visión es una pérdida de agudeza visual que no puede ser corregida con gafas convencionales, lentes de contacto, tratamientos farmacológicos o cirugía, y que dificulta la realización de ciertas actividades como la lectura, la escritura, ver la televisión, conducir o reconocer caras.
Esta limitación puede estar causada por distintas patologías, como pueden ser:
- Degeneración macular
- Retinopatía diabética
- Retinosis pigmentaria
- Glaucoma
- Albinismo
¿Qué enfermedades producen baja visión? Aquellas relacionadas con el envejecimiento, traumatismos, patologías congénitas y genéticas.
Las más comunes:
Degeneración macular asociada a la edad (DMAE): Enfermedad degenerativa que afecta a la zona central de la retina. Con afectación del campo visual central.
Glaucoma: Enfermedad crónica y progresiva. Con pérdida de campo visual periférico.
Miopía Degenerativa: Cuando tiene más de 6 dioptrías, suele ser hereditarias. Con mayor riesgo de enfermedades de retina.
Retinopatías diabéticas e hipertensiva: Es una complicación por la diabetes. Con visión borrosa, sombras o áreas de pérdidas de visión, dificultad para ver por la noche.
Retinosis pigmentaria: Enfermedad genética con pérdida de campo visual periférico y problemas nocturnos.
¿Cuáles pueden ser los síntomas de baja visión?
- Visión borrosa, sin problemas de campo visual.
- Pérdida central o parcial del campo visual.
- Distorsión de la imagen.
- Distorsión de los colores.
¿Qué tipo de ayudas hay para baja visión?
Ópticas: Lupas, microscopios, telescopios, telemicroscopios y gafas prismáticas.
No ópticas (mejoran la ergonomía): Filtros selectivos, atriles y mejoras en la iluminación.
Electrónicas (amplían por proyección): Circuitos cerrados de televisión.
La finalidad de las ayudas de baja visión es potenciar su resto visual, que permitirá recuperar actividades abandonadas y mantener una cierta independencia.